miércoles, 20 de mayo de 2009

EL DUELO MIGRATORIO




No siempre se analiza el fenómeno de la inmigración desde una perspectiva individual, centrándose en la persona.
Al hablar de Duelo migratorio se hace referencia a la pérdida que sufren las personas que se ven abocadas a abandonar su país y a emigrar a otro para buscar un futuro mejor.
Este proceso de duelo ya fue descrito en el s. XVII al ponerse en relación el fenómeno migratorio con la nostalgia. Se observó esta nostalgia y desarraigo en situaciones diversas: en soldados tras prolongadas campañas militares o en campesinos que emigraban a las ciudades.
El termino “Síndrome de Ulises”: Es una denominación particular empleada para expresar el malestar, la desesperanza, el desánimo, la depresión y el sufrimiento que sienten muchos emigrantes por estar lejos de los suyos.
En ocasiones, el emigrante sobredimensiona e idealiza el país de origen, cultivando una forma errónea de nostalgia como refugio y resistencia protectora frente a las agresiones del nuevo medio.
Si las circunstancias de acogida son favorables, integración social y laboral, la nostalgia de lo perdido se contrarresta con el logro de las metas. Pero cuando se prolonga la incertidumbre, la inseguridad, el proyecto de regreso se hace más presente y el sufrimiento se hace más insoportable.
El duelo pude definirse como. “la respuesta emotiva a la pérdida de alguien o algo. No es un momento, no es una situación o un estado, es un proceso de reorganización del sistema familiar, algo que tiene un comienzo y un fin” (Pereira).
El duelo migratorio no es un tipo de duelo único, sino que cada persona lo vive de manera distinta, pues influyen muchos factores: recursos personales, redes sociales de apoyo, nivel de integración social, condiciones de vida, condiciones dejadas atrás.
Varios autores han hablado de las etapas de dicho proceso, uno de ellos Tizón haba de:
- Preparación de la inmigración
- Momento o período de la migración
- Período de asentamiento
- Adaptación para poder llegar a la integración
El tránsito por estas fases/ etapas no es lineal sino que hay movimientos hacia delante y hacia atrás, progresiones y regresiones.
Siguiendo a autores como Achotegui, Tizón, Valladares, Falicov, que concuerdan en enumerar una serie de características de los duelos migratorios:
- Es parcial: Pues el “objeto” de la pérdida no desaparece como tal y para siempre, sino que existe la posibilidad de reencuentro.
- Es recurrente: Pues con gran facilidad puede reactivarse. Esta dimensión incorpora una enorme complejidad al proceso de elaboración, pues el duelo siempre se está reabriendo.
- Es múltiple: Se pierden muchas cosas importantes y significativas a la vez: El duelo por la familia y los amigos, el duelo por la lengua, por la cultura, por la tierra, por el nivel social… etc.
- Otro aspecto es que se vive en continua ambivalencia, pues la persona “esta entre”: dos idiomas, dos tiempos, entre los definitivo y lo transitorio, entre el derecho y el deber… etc.
- Es intergeneracional: Muchos hijos de inmigrantes han nacido o se han criado en el país de acogida y de otra, han interiorizado fuertemente la cultura de los padres del país de origen. No se sienten completamente ni de aquí, ni de allí.
- Otro duelo migratorio es el momento del retorno
- También se ha de tener en cuenta, que no solo lo sufre quién emigra, sino también los que se quedan.
- Además afecta a la identidad del sujeto, pues dicho proceso genera muchos cambios y nuevas situaciones que hay que integrar.

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